Durante siglos se ha hablado de una fuerza misteriosa que mueve al Universo. Conocida desde la antigüedad como aquella sustancia matriz del Universo, creadora de realidades. Esta sustancia fue conocida a lo largo del tiempo y a través de diferentes culturas como “Ki”, “Mana”, “Chi”, “Prana” y era utilizada por los Magos y alquimistas a lo ancho del planeta. Esta sustancia que puede canalizarse a través del cuerpo, y que incluso nos infiere nuestra propia energía vital. Que yace y se redirige dentro y a través de nosotros; liberando puntos energéticos, desbloqueando chakras y sanando en muchas oportunidades. Esa energía conocida por Nikola Tesla como “Ether” y por las brujas paganas como “Aether”, es lo que hoy en día es conocido como “Plasma”.
Hay un error muy grande comprendido entre los que hablan acerca de este estado de la materia. El cual es creer erróneamente que éste es el quinto estado de la materia. Cuando, en realidad, éste es el origen de ésta. Como ya lo veremos en otros posts subsiguientes, lo sutil gobierna por sobre lo denso. Por lo que, el plasma siempre va a “venir” antes que la materia. Pero no nos perdamos en este concepto ahora. Lo que tiene que quedar entendido es que el Plasma es el origen de toda materia, y que de este, cual célula madre, se densifica, materializa y toma forma todo lo que podemos percibir con nuestros sentidos.
Pero el Plasma por sí mismo no puede densificarse en materia sin que se le de una dirección, una orientación de hacia qué debe densificarse. Como cuando tomamos un taxi y le decimos al conductor adonde queremos ir y es allí cuando nos lleva a ese lugar, al Plasma hay que ordenarle en qué debe densificarse. Es allí donde entra el fundamental concepto del cual hablamos en el post anterior: La Palabra.
Como cuando se canta a determinada frecuencia cerca de una copa y esta entra en resonancia con nuestro canto, el Plasma reacciona de la misma manera cuando La Palabra entra en resonancia con éste. Pero, ¿En donde encontramos Plasma? En la antigüedad, debido a la era en la que nos encontrábamos, la era de Piscis, el Plasma proveniente del centro de la galaxia no estaba alineado con nuestro sistema solar, por lo que la única manera de obtenerlo era viajando a zonas remotas donde hubiera poca o nula contaminación de energía humana (en posts posteriores comprenderemos esto en detalle). Entonces, alineando y abriendo ciertos chakras y realizando ciertas prácticas, uno se lograba cargar de plasma y que su Palabra tenga todo lo necesario para crear la realidad de quien la produjese. Sin embargo, tras el alineamiento del centro de la galaxia con el Sol, el día 21 de Diciembre del año 2012 (sí, no era el fin del mundo, sino el comienzo de una era) el Plasma llega a borbotones y estamos literalmente siendo bañados por éste constantemente. Todo lo que comemos, todo lo que usamos, absolutamente todo está expuesto al Plasma del Universo. Y es cuestión de comprender esto para que despierte nuestro deseo de usarlo a nuestro favor. Y con esto queda MUY CLARO, que no es necesario pasarse meses o años abriendo y nivelando chakras para lograr alinearse y recibir la energía divina. Hasta una planta de lechuga está tan cargada como para poder utilizar ese Plasma a nuestro favor.
Ya que el Plasma está lloviendo sobre y a través de nosotros constantemente, además de que todos contenemos nuestra propia reserva infinita de Plasma (Ki/ Chi/ Mana/ Prana), podemos utilizar el poder de la Palabra bien intencionada, con nuestro enfoque y sentir alineados para crear la realidad que deseamos.
Sin embargo, y quiero dejar esto en claro desde ahora, la única manera que enseñaremos desde Habitando La Magia a utilizar el Plasma y La Palabra es mediante la explicación detallada de cómo éstos se utilizan en rituales, hechicería, y demás cuestiones intrínsecas a la hechicería y el culto. Aunque para llegar a ese punto, es necesario tener una formación constante y profunda para verdaderamente estar aptos para llevarlo a cabo.
Próximamente estaré hablando de un tema sumamente importante, y que es un antes y un después en la comprensión del Universo. Es la respuesta a las preguntas tan comes como ¿Por qué a mi no me funciona la Ley de Atracción? ¿Es ésta la única Ley Universal Superior de la cual hay que tener conocimiento y practicar? (desde ya te digo que NO), entre otras preguntas que muchas veces te podrías hacer y que la respuesta global a por qué no has logrado que el tu vida sea como la deseas es: No te han enseñado adecuadamente. Pero esto no es siempre culpa de uno; sino que hay una garrafal malinformación de parte de mucha gente que dice conocer estos temas porque ganaron mucho dinero alguna vez, o porque tuvieron algunos golpes de suerte y la usan a medias. Pero tampoco saben enseñar ni transmitir lo que ellos mismos profesan.
Es por eso que me comprometo a enseñarles a todos aquellos interesados cuales son las Leyes Universales Superiores, qué son, cómo se interrelacionan, y finalmente, cómo utilizarlas para crear la vida que siempre he deseado, o mejor aún, la vida que decido tener.
¡Desde ya, muchísimas gracias por tu tiempo en leer este post y que tengas un excelente día!
Ezequiel