Ante todo, bienvenidos nuevamente a Habitando La Magia! Hoy les quiero acercar este conocimiento que, a mi parecer, es la piedra angular de la misma existencia.
Muchos escritos antiguos mencionan a cuál fue el origen de todo lo que podemos ver y tocar en nuestra realidad; incluso de lo que es invisible para nuestro ojos. En en antiguo Egipto se lo conoció como “Kah”; en el evangelio de San Juan se menciona en su inicio: “al comienzo era el Verbo, y el Verbo era Dios”. Y todos estos significantes refieren a La Palabra. No por nada se la comparó con el origen de las cosas, incluso con el mismo creador: Dios. No estamos hablando de un dios con representación humana, consciente y dictador que nos domina desde quién sabe donde y que si no cumplís con sus caprichos, se enoja y te envía al infierno o te castiga. Sino que hablamos de un concepto mucho más acercado a la realidad; tanto que, literalmente, el significado de la palabra “Dios” es “Palabra/ Verbo”.
Pero… ¿Por qué se hace tal comparación? ¿Qué tiene La Palabra de importante?
La Palabra por sí sola, es solamente palabra vacía; no tiene emanación. Sin embargo, La Palabra es aquella palabra acompañada de intención alineada. Para no hacer innecesariamente extenso este post, no ahondaré más que lo dicho en la explicación de por qué La Palabra es creadora. Mas sí volveré a hablar de este tema en específico a lo largo del tiempo. Específicamente en el post acerca de la Ley Universal Superior de Vibración. Donde se entenderá concreta y absolutamente por qué La Palabra es creadora.
Todo lo que digas, si es dicho con alguna intención (ya sea que lo hagas consciente o inconscientemente), será emanado al Universo y desde allí de amplificará y densificará cada vez más hasta que eso que has emanado con la orden de La Palabra se vea materializado en tu vida cotidiana.
La Palabra es vibración, y lo que emanes a través de esa vibración se verá densificado en tu realidad. Todo lo que digas será una orden al Universo acerca de en qué, en qué dirección y de qué manera densificará lo que estás diciendo.
He aquí uno de los puntos principales: NO ES LO MISMO lo que decís, lo que hablás, y lo que querés decir. Lo que querés decir es la idea que te hacés en tu mente acerca de lo que querés decir. Lo que hablás son el sentido que hace lo que decís. Y lo que decís, es lo que verdaderamente estás emanando al Universo.
Vamos a verlo con un ejemplo:
Veamos la frase: “quiero bajar de peso”
Lo que hablás: estás expresando una inconformidad con tu peso actual.
Lo que querés decir: Deseás estar delgada, en un peso específico o rango de peso que conocés.
Lo que realmente estás diciendo y emanando al Universo: Emanás que “querés” (tenés ganas, mas no hay certeza) bajar de peso (no querés ser delgada, querés bajar de peso. Y por consiguiente, para bajar de peso, primero hay que engordar).
¿Nunca les pasó que dijeron esa frase típica, hicieron hasta la dieta de la Luna, y en lugar de bajar de peso, engordaron? Claro que sí. Eso ocurre porque sus dichos están emanando que querés bajar de peso, no que querés estar delgada. Y para bajar de peso, el requisito fundamental es engordar.
Vamos con otro ejemplo: “Hoy voy a buscar trabajo”
Vas a buscar trabajo, te la pasás todo el día buscando y no encontrás nada. ¿Por qué será?
Lo que estás queriendo expresar es que hoy vas a buscar (y encontrar) un trabajo. Pero lo que realmente decís es que vas a buscarlo. Y para buscar algo, tiene que estar fuera de tu alcance en primera instancia. Es por eso que jamás vas a lograr conseguir trabajo, encontrar trabajo, tener trabajo (o como desees expresarlo) si vas con la intención de buscarlo.
Ahora bien, ya habiendo comprendido qué es la palabra y como rige en nuestras vidas. Podemos pasar a hablar del siguiente tema: ¿Cómo se densifica en mi vida lo que yo emano a través de La Palabra? La respuesta es: El Plasma. Pero hablaremos de esto en el siguiente post.
Si tenés alguna duda, inquietud o estás interesado en aprender de algún tema en específico, mencionámelo en la sección de comentarios!
Muchísimas gracias por tu tiempo en leer este post.
Que tengas un excelente día,
Ezequiel